En el peso cabe la emoción,
en la superficie no.
Curvo por las líneas que se impulsan
hacia delante y hacia atrás.
Hay muchos nenúfares que posan
en aguas intactas, bellas
pero inmóviles, no hay marea.
No están solos,
les parece un buen sitio para estar,
son muchos,
se salvan del peso
juntos y leves.
Cuando fijo la mirada
en el mismo punto,
desde el mismo sitio
me muero.
Yo llevo en el apellido
una fuente de energía
que a veces me sobrepasa
y otras veces
constantemente
me tiene,
mantiene,
viva.
En la vida cabe la emoción,
en la superficie no.
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