viernes, 30 de noviembre de 2007

En el banco del ayer

Se sentaron los dos en el banco del ayer y vieron como el otoño descuelga todas las hojas de los árboles. Se contaron que ya no deshojan margaritas porque les da igual lo que venga y que ya no pasean en silencio porque el ruido les hace compañía. Ellos ahora son amistades peligrosas porque solo hablan de secretos guardados bajo llave y se cuentan historias de antes, de cuando aún creían en lo que dicta el corazón.
Se volvieron a encontrar ayer porque él estuvo lejos mucho tiempo, lo justo para perderse media vida de ella que hasta movió su rutina a Barcelona. Él le dijo que estaba guapa y que su mirada oscura y clara aún le daba ganas de firmar contratos de eterna amistad. Ella le dijo que le echó de menos cada día cinco minutos, justo antes de cada atardecer y que las amistades eternas no se firman sino que se viven.
Hace unos dos años se sentaron en el banco del presente, delante de esa playa desierta antes del atardecer. Se juraron amor eterno en un brindis de vino negro y él le regaló una rosa que ella aún guarda en el baúl de las memorias felices. Bailaron a la luz de la luna con la orilla a su merced y se abrazaron por todo lo que vivieron y por todo lo que hubiesen podido vivir si esa noche nunca se hubiese despertado.

sábado, 24 de noviembre de 2007

Vianney


Méjico tiene suerte de tener una representante así porque es una chica de aplauso y hasta de reverencia. Es de las pocas personas que conozco que son capaces de demostrar las ganas que tienen de que tú seas feliz. Es una piedra preciosa que está a mi alcance cada día vía mensajes update. Yo soy feliz porque aún me sé su vida de la cabeza hasta los pies pero mucho más me alegra que ya tenga fecha para volverme a ver.
Tú me has dicho que estás buscando una escalera para llegar a lo más alto. Yo te aplaudo por ello porque en la cima sé que nos vamos a volver a ver. Este era un brindis por nosotras porque tenemos una esencia que es la misma y por eso conectamos tan bien.
Yo te pongo esta foto en honor a las palabras que me escribiste ayer. Que me hincharon de ilusión de una forma insospechada y me las guardo porque son como tinta de oro encima de un papel.

martes, 20 de noviembre de 2007

Marta E.

Yo soy de las típicas que cuando hay viaje con amigas se queda hasta las tantas dándole a la palabra porque tengo comprobado que ahí siempre crece la emoción. Resulta que si tiras el calendario hacia atrás y te paras en Praga nos vas a encontrar a las dos ahí abriendo el corazón. Dijiste palabras semejantes a si tú te tiras yo me tiro y resulta que desde entonces formamos parte de una misma poesía. Una poesía que mejoramos cada día y peca de demasiada emoción. Somos versos imperfectos que alumbran sensación. Te cuento, si tu me cuentas felicidad yo hasta te chillo de alegría, que si me cuentas pena yo te lloro porque pesa y porque somos medio actrices y nos mola hacer el papelón. A mi me enganchan los cafés de cuatro sorbos y eternas palabras que no saben de razón. Cuando hablamos y escuchamos y sabemos que no existe guión. Porque tu solo te quedas con lo verdadero y yo con lo original, que nos vengan con chorradas que ni vamos a escuchar.
Hace unos días estuve mirando fotos de archivo y ni nos reconocí. No porque hayamos cambiado exteriormente sino porque hemos dado saltos insospechados que no imaginé. Tu siempre contabas que los amores se queden dormidos porque a veces duelen y yo te decía: a veces no. Ahora yo me callo porque he perdido un trozo de esa guapura de sensación y porque tu te has pasado a un preamor bonito y veo a venir que vas a vender tu corazón, si lo haces da solo un trocito porque tienes mogollón.

lunes, 19 de noviembre de 2007

Genialidad y Locura by & ABOUT Marta Vives

Ayer me propusieron hablar de actualidad en mi blog para ganar adeptos y esas cosas que hace la gente. No me parece mala idea aunque no lo voy a hacer por dos razones. En primer lugar porque ya hay mucho commenting de lo que pasa en el mundo hecho por autores mucho más válidos que yo. Nos han enseñado que los periodistas somos todos una panda de hijos de yasabes y de cabrones que manipulamos a fondo la información y es más, nos enseñan a hacer esto, al fin y al cabo somos ante todo sujetos y esto implica, subjetividad. Ya que yo aún no lo he aprendido a la perfección no puedo darme el gustazo de hablar sobre lo que se cuece en el mundo porque aún se verían de lejos mis intenciones. Por esto, me reservo hablar de la actualidad cuando sea una periodista como dios manda y os cuente historias de duro que os las traguéis todos.
En segundo lugar, porque como habéis visto me mola hablar de mis cosas. Considero que cada persona es un mundo riquísimo que da para mucho palique (y si creéis que no es así ya me contareis porque todos hablamos de los demás). Imagínate que cada día los diarios hablasen de la vida de personas desconocidas. Sabríamos como salir de problemas personales que la economía no nos enseña, aprenderíamos mil culturas distintas que la política no nos cuenta y a veces el bolsillo no da para descubrirlas.
Imagínate que las revistas del corazón fuesen directas desde el corazón y no desde la tontería. Que los protagonistas fuesen gente llena de vida interior, con ganas de contar, de compartir vivencias, aficiones, inquietudes y pensamientos. Sería súper interesante y enriquecedor para todos. Podríamos ganar sabiduría aprendiendo de los demás y ellos de nosotros. Así pues, con todo esto, yo hablo de mi y de lo que se cuece en mi persona porque ojala todo el mundo exprimiese su interior y se conociera más y hasta se atreviera a compartirlo.
La actualidad “worldwide” empieza por nuestra realidad, la de cada uno. Creo que si no llegamos a entendernos ni a nosotros mismos no somos nadie para siempre juzgar y hablar sobre lo que sucede a escala mundial. Así que yo decidí hablar y hurgar sobre mi misma porque, en el fondo, es el único verdadero derecho que tengo.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Flores,cena&co.

A mi me encantan las flores. Son la decoración más natural, el regalo más significativo y el detalle más perfecto que existe en el mundo. En mi casa cada semana las renuevo, será porque mi madre lo hace desde siempre y me lo ha pegado a mi. Me acuerdo de cuando paseaba sola por jardines secretos que una vez encontré. Ahora ya casi no lo hago porque se me ha gastado el tiempo y porque las fortunas no se pueden mirar cada día que sino pierden valor. Lo que si rememoro a menudo es aquella mezcla de olores que parecían sabores fundidos para respirar. Siempre me pasa, asocio momentos de mi vida con olores o perfumes y entonces me lío. Esto me pasa por memorizar tantas cosas asociadas a tantas otras.
Ayer volvimos a hacer cena en mi casa y flores rosas y blancas presidían la mesa aunque nosotras seis la protagonizamos. Hemos hecho tres nuevos fichajes que son piezas que nos van como anillo al dedo y nos regalan ataques de emoción. Como dice Mercedes, hacemos noches de bohemia y de ilusión (y no por la canción). Siempre acabamos bailando músicas que hasta hacen que se abra mi paraguas y sobre esto ya no cuento más porque ya estamos suficientemente colgadas como para ir contándoselo a todo el mundo.
Estas niñas hace un tiempo me regalaron un libro que hace abrir el corazón. Es un libro de visitas que a más cenas más palabras. Sus páginas están llenas de frases ordenadas y desordenadas que si las ojeas tienes sonrisa asegurada. Es lo que me pasa siempre, a mi los detalles me roban el corazón.

lunes, 12 de noviembre de 2007

"Ravaleando"

Hoy nos ha acogido el Raval y hemos “ravaleado” como bien cuentan los verbos de la pared al lado del MACBA, quien pasea ya me entiende. Hemos buscado un bar con sofás de calle que a dos de nosotras nos pareció muy molón una vez que nos dejamos caer por allí. También nos han dado bastante subidón dos guiris que transportaban una bañera y han acabado con un hombre dentro cantándoles por el alcohol. Hemos chapurreado muchos puntos de vista coincidentes sobre la religión y hemos liado la gorda con acertijos de lógica que hasta hemos resuelto. Éramos dos actrices para un corto que nos piden y habla de vidas paralelas. Paralelas también las fotos de la nueva cámara que se corta en cuatro y te deja flipado con los cuatro puntos de vista que se pueden descubrir en un solo flash. Nos ha parecido que sumergirse en el Raval es algo precioso porque nada es igual y todo se distingue. Si cierras los ojos cuando caminas por esas callejuelas seguro que te pierdes algo digno de comentar y por esto hemos repetido escenas, para sacarle chicha a todo. Además, hemos hablado de nosotros como futuros periodistas y alguien ha dicho, vigila, porque vaya tú donde nos hemos metido. Así que hemos decidido seguir currándonos lo que somos y lo que queremos pero también hay que buscar los golpes de suerte. Eso que dice: estar en el lugar oportuno, en el momento adecuado.

domingo, 11 de noviembre de 2007

L.

Ella parecía la princesa, de la frialdad y la fortaleza, era una dama de metal. Era un corazón de acero, una flor en pleno enero, una trampa de verdad. Ella era la primera, la segunda y la tercera en su colección de amor. Era nieve en sol de agosto, era gota en mar inmenso, era un dilema sin solución. No tenía la certeza de lograr cruzar la meta y encontrar su propio don. Era un trago de aguardiente, era llantos de impotencia, era un triste colocón. Era sobredosis de impaciencia, de soledad y de inexistencia porque el mundo ni la vio. Era un mundo sin razones, un diminuto peldaño en la larga escalera de la vida y la emoción. Era un trasto olvidado que ella misma olvidó. Era una imperfección de la naturaleza ya que nunca sonrió. Era un pozo de adicción, de ansiedad y sumisión. No logró ganar el pulso y en sus rejas se murió.
Fue la musa de la droga que para siempre la vistió.

Paris









Color otoño.

sábado, 10 de noviembre de 2007

Instante fotografico condensado

Dos amigas se contaron la vida hasta menos de la mitad porque lo otro aún no había nacido. Hicieron nudos con lazos de amor y amistad que se cruzaron en sus vidas. Se tomaron vino negro a la salud de su salud y cantaron poesía hasta después del atardecer. Deshojaron margaritas cuando se asomaba la luna y le pidieron al cielo nubes con formas a inventar.
Eran dos pájaros libres que nunca tuvieron libertad, eran dos almas complicadas que ya no querían vivir de la complicidad de los demás. Eran dos amigas de cuento que les brillaban los ojos cual precioso reflejo solar. Eran la fotografía de una tarde mundana llena de deseos a completar.