jueves, 16 de diciembre de 2010

Se dibuja

El tren de antaño ya no nos deja casi nunca en la misma estación. Quizás fuimos demasiado tiempo compañeras de vagón. Ahora te miro y no te veo, posiblemente, ya no nos queda suficiente calendario como para planear viajes donde no hayamos estado ninguna de las dos. Tal vez fuimos espejos de un mismo salón que al cambiar la decoración, perdieron el reflejo para verse en algo mejor. Siempre me entristeció ir en un carro compartido y darme cuenta de que si había un trayecto, es porque lo trazaba yo. Sin embargo, siempre me acuerdo de todo lo que hicimos porque nuestro tiempo, fue el mejor.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Reloj de aire

Algunas tardes se fueron y otras concluyeron pero sin acabar. Una copa de más y lo que dejas de recordar. Quince años atrás y lo que acabas por olvidar. Una escena imprescindible que le robas a tu realidad. Esas tardes amontonadas que se escurren en la parte de tu memoria que vive en la oscuridad. ¿Qué serán de todas estas horas que no supiste resguardar? Quizás son un pedazo del desparpajo con el que dejamos que nuestro tiempo eche a volar.

Desde el puerto

Hasta el presupuesto más deshonesto se me desgarra cuando agarras tu mirada y no inviertes tus pupilas en cristalizar la pasión. Y, sin embargo, yo sigo con los pedales que me acerquen a algún lugar, no remoto, de tu devoción. Si tus anillos no fueran amarres podríamos bordar mitades que, al juntarlas, ya no serían dos. Una entrada barata es la que obtengo para estar de pie en el gallinero de tu corazón. Y que trabajo más complejo el de cantarle a un sordo que nunca supo qué es la voz.