viernes, 10 de diciembre de 2010

Reloj de aire

Algunas tardes se fueron y otras concluyeron pero sin acabar. Una copa de más y lo que dejas de recordar. Quince años atrás y lo que acabas por olvidar. Una escena imprescindible que le robas a tu realidad. Esas tardes amontonadas que se escurren en la parte de tu memoria que vive en la oscuridad. ¿Qué serán de todas estas horas que no supiste resguardar? Quizás son un pedazo del desparpajo con el que dejamos que nuestro tiempo eche a volar.

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