Hay una foto muy vieja que siempre quise pero nunca tomé, aún. Mejor inexistente que mal acompañada, hasta el momento. Cuanto ha llovido desde que pensé en esa imagen, ahí florecí. La primera primavera o algo así. Es de esas fotos con bordes como mordisqueados que descubres en armarios olvidados. Rugosa y brillante. Blanco y negro, innecesario hasta el color. Significados brutales que atrapan para siempre. Aún no, pronto. Amor.
1 comentario:
Quantes coses voldríem fer i no les podem fer...ni en un document Excel les podríem escriure totes!
Publicar un comentario