lunes, 3 de mayo de 2010

Fotografías que no sacamos pero tenemos

La lluvia era de esas que ves tanto de cerca como de lejos. Era media tarde, el tramo de la calle que quedaba justo debajo del árbol estaba preciosamente empapado de pequeñas flores rosas que se habían desperdigado al caer y adormecían en la calle plagadas de gotas de agua. Esa escena me pareció casi tan preciosa como cuando te acordaste de mi nombre con las piernas llenas de arena rozando el principio del mar. Yo nunca lo vi pero entendí ese momento porque, de algún modo, en esa misma costa, lo presentí. Cuantos años cerca sin saberlo y que lejos queda eso. La lejanía y la cercanía dos principios de relatividad.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

miki:
un 11 pel teu nou escrit! des de holanda i llegit per 2 a la vegada :) petonaaaaassss* ens veiem en breves!!

Adolfo Campos Nuñez del Prado dijo...

Es muy dulce lo que escribes...