jueves, 29 de marzo de 2012
De repente
Un suspiro es el preludio
de un momento clandestino.
Dos miradas que atraviesan
la cordura de dos cuerpos:
As de corazones desbocados.
Un paseo improvisado
con las horas alargadas.
Sol y luna en mil estados,
el silencio no es pecado.
Atrápame, de repente, con caricias escondidas.
Róbame, de repente, los besos de mi vida.
Bailemos por las calles cuando las almas sean invisibles
y quedemos tú y yo solos, perdidos, entre nuestra compañía.
Y cuando los meses pasen
y ya no queden sorpresas,
que lo viejo sea lo nuevo.
Acuérdate del principio,
tu reino por estar a mi lado
Un te quiero no es halago
si no tiene fuego en mano,
Guarda siempre ese juego
del principio del amor.
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