lunes, 18 de febrero de 2008

Besos al vacio

Guardó en un sobre todos los besos que nunca le dio y lo dejó caer al vacío. Cupido se fue hace tiempo, así que nadie los rescató y se perdieron en la nada. Aunque quedaron gravados para siempre en su todo y de aquí, surgieron las espinas.
Fíjate en una rosa. Al principio simula el bello instante y luego, el brillante recuerdo. Más tarde es una rosa con espinas. Las imperfecciones de algo perfecto que se ha roto en dos. Y nunca es en tres o en cuatro. Siempre es en dos. Porque es obvio que hablamos de corazones que se alimentan. Que se desintegran poco a poco si nadie les da amor.
El amor es la llama de la vida, la incertidumbre, la emoción, la satisfacción. Son los besos que no dimos. Que los arrojamos al vacío sin darles su merecido valor. Y luego es lo que pasa, que no te notas cada uno de los latidos de tu corazón.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por desgracia los besos que no se dan, a veces adquieren más importancia que los que se dan.


Hoy hablaremos de esto.