lunes, 26 de marzo de 2007

Autoayuda

Hoy he ido sola a la playa a pensar en todo y en nada. Me he sentado cerca de la orilla para darle una poco la espalda a la ciudad y entonces, la evasión. Escuchando música muy lenta he ido componiendo y descomponiendo pensamientos que a veces abruman. Cuando estoy en una etapa en la que la vida pasa volando me gusta parar, reflexionar y ordenar(me). Hago como si mi vida de un libro se tratase. Mentalmente, cojo una página, la analizo, la asumo (normalmente) y sigo. Hay capítulos entrañables que han sabido a poco y repetirías y hasta harías postre. Otros, son como agua helada, que ayudan y despejan pero cuestan. Finalmente, siempre infinitas páginas en blanco. En ellas está todo lo que quieres, debes o estaría bien hacer pero que aún no has hecho. Entonces es cuando una (al menos yo) se hace propósitos y se jura y perjura que mañana mismo empezará o dejará de hacer loquesea. Después de una tarde mi/me/conmigo (que no es tarea fácil) he aireado un poco mi consciencia y mira tú que bien me he sentido.

No hay comentarios: