martes, 14 de abril de 2009

Fotografía personal

A veces las personas somos como fotografías. Instantáneas repletas de detalles que se nos escapan al vuelo. Las palabras que se transportan desde la boca al oído pueden ser contratos de ilusión. Palabras que a veces oímos y no escuchamos. Escuchar como verbo pleno. Y nos perdemos, entonces, las salidas a la sorpresa. La seducción de la retórica es la persuasión. Encandilar. Pero hay más detalles. Quizás siempre fui demasiado minuciosa en mis análisis pero que alguien me sorprenda siempre ha sido lo mejor que me podría pasar. Lo mejor que nos podría pasar. Y ves que cada persona esconde una sonrisa distinta, quizás son múltiples sonrisas para diversas ocasiones, depende de cada fotografía. Las sonrisas se visten distintas, depende de la situación. Y el arqueo de las cejas explica lo que cuentan los ojos. Y cada expresión añadida es el anillo que simboliza el compromiso que cada uno tiene con sus palabras. Y aquí se descubre cómo cada uno se tiene en cuenta a uno mismo. Más o menos. Quizás demasiado, quizás nada. Y entonces ladeamos la cabeza como énfasis a nuestra escucha. A veces actriz. Y asentimos y negamos, con la cabeza para no quebrar la línea de la comunicación. Y entonces esa persona nos llega dentro o se queda en la frontera. Pero quien logra entrar es como esa fotografía que guardamos en nuestra más preciada caja de recuerdos. Aquella que siempre volvemos a mirar, a parar atención, a buscarle los detalles. Los detalles, magnífica invención, aplastante diferencia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es en los detalles en los que te fijas lo que dice quién eres y esos mismos detalles te muestran quién son los demás, la mayoría actuamos para dar la imagen que nosotros queremos, pero son esos detalles en cierto momento los que delatan la verdadera identidad, las recciones son sutiles y los observadores...listos

Anónimo dijo...

Els teus detalls són per mi 'subtils' consells que em permeten seguir, escollir i obrir els ulls. Adonar-me de qui sóc i, sobretot, de qui són els altres. I de qui ets tu. I les gràcies!

Anónimo dijo...

Hola Marta:

Ahora sí soy yo,
el que "viaja"... :)

Este texto me ha gustado mucho.

Es cierto. La "llave" de todas las puertas (y todas las "corazas") son los detalles. Y,a fin de cuentas, lo + "mágico" se esconde en ellos.

Y siempre, "todo" empieza con un gesto, una mirada, una sonrisa. .. Con un detalle...

Abrazos, viajes (y un "detalle").
S.