lunes, 17 de diciembre de 2007

Que tengais un dia Amelie

Aprovecho los lunes en casa para madrugón así mi padre me tiene firme a la primera y no se me pegan las sábanas. Estoy de un despejado que ya era hora porque he pasado un finde que me faltaba sangre en las venas y esto me da agobio porque significa que estoy baja de defensas y a mi lo de encontrarme mal me trae (dolor) de cabeza.
Estrenamos lunes y semana apete porque se avecinan vacaciones y yo estoy que no me lo creo, que vuelve a ser navidad y que a mi estas fiestas me tienen enamorada. Este año hay visitas desde Paris, Ámsterdam y Venecia que ya me tienen a mi con los brazos abiertos porque son gente ilusión. Ya sabes, que da subi que se te metan en casa. Además, me ha llamado ahora mi padre y me ha dicho que la nieve está al caer pero que aún se está preparando. Vigila que este año Igualada se nos viste de blanco y entonces ya te digo yo que el día de reyes sería de postal.
Bueno, que todo lo de arriba venía porque esta mañana cuando me he sentado en el autobús y estaba en proceso de dormirme he oido una bonita conversación. No es que sea cotilla, es que soy curiosa, já! Eran dos chicas de mi edad que las tengo caladas de vista y de que somos cuatro al fin y al cabo. Una le decía a la otra que ayer vio Amélie por la tele y que vaya peli más buena. La otra le decía que pues sí y que “en la Vanguardia decía que va sobre una chica que reparte felicidad por la vida”. Además, es la típica peli que ayuda a apreciar los detalles de esta vida y que los sentidos a veces los tenemos muy descuidados. “Yo creo que ojala fuésemos todos Amélie porque las escenas de nuestros días serían todas de aplauso”. Entonces yo estaba para meterme en el cotarro y decirles que vaya razón que tienen pero he hecho un esfuerzo y he hecho mutis a la gàbia.
Yo también ví la peli por cuarta o quinta vez y es que me chifla el personaje y el tinglado que ella sola se monta ahora sí, ahora también. La tia indaga en todo y ata cabos que da gusto. No me extraña que sea feliz, exprime la vida con unas ganas de disfrutarlo todo que da envidia de la sana a montones.
Después de estas reflexiones he desconectado por completo y me he despertado una vez en Barcelona. He visto que las dos chicas aún estaban allí y seguían dándolo todo hablando de la peli. Entonces ya no he aguantado más y me he despedido de ellas con un “que tengáis un día muy Amélie”. Se han quedado de un flipado que no te lo crees pero vaya sonrisón se les ha dibujado, se han reído y que bien que me han deseado lo mismo para mi.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo no te deseo un día Amelie..

yo te deseo (por anticipado) un 2008 Amelie!